GUn chico que se marchó del pueblo cuando era joven vuelve junto a su padre pescador en su lecho de muerte, lo que despertará una ola de recuerdos, con resaca de rencor y rechazo silenciosos. Después de conseguir un ansiado puesto de trabajo en una institución internacional de Ginebra, otro protagonista se verá encadenado a las huellas del antiguo inquilino del apartamento que ha alquilado, y la curiosidad se convertirá en obsesión. Cumplidos los ochenta, Mila va a vender la casa de verano que tiene en el Mediterráneo, haciendo oídos sordos a la opinión de sus hijos, y en el viaje experimentará vivencias y sensaciones de todo tipo.
Las historias de esta primera colección de cuentos de Itziar Otegi son observadoras y sensibles, y han obtenido el Premio Literario Kutxa Fundazioa Donostia. La autora nos habla de los sueños de antaño y de las decepciones posteriores, de la sensación de no sentirse de ningún lugar, de la belleza inalcanzable, de las fugaces conexiones que establecemos con los demás, del imparable paso del tiempo… Todo ello con una narración perfecta, un lenguaje rico y preciso y un estilo tan sutil como delicado.